domingo, 21 de julio de 2019

Sermón de la Coronación de Agustín I de México

Hola. Sé que este blog lleva más de un año abandonado, casi dos. No ha sido por falta de interés, sino de tiempo y quizás de inspiración.

La última entrada fue acerca del escudo de armas de Agustín de Iturbide, Emperador de México, quien fuera coronado como Agustín I el día 21 de julio de 1822 en la Catedral de México.

Armas de S.M.I Don Agustín I de México

En fin, esta vez no traigo ningún escudo de armas nuevo, sino algo relacionado con lo anterior. Uno de mis sitios favoritos para indagar en la historia antigua de México es la Biblioteca Digital Hispánica, una amplia biblioteca digital propiedad de la Biblioteca Nacional de España que recolecta miles de documentos y libros de España y de sus antiguos virreinatos e incluso de sus años ya republicanos. La mayoría de estos documentos son tan antiguos que están escritos a mano y son bastante difíciles de leer, pero hay otros que ya están pasados por la imprenta, principalmente los del siglo XIX.

El otro día me encontré con uno en particular que me llamó la atención: se trata ni más ni menos que de aquel sermón que fue pronunciado el día de la coronación de Iturbide por el obispo de Puebla, Antonio Joaquín Pérez Martínez, un día como hoy pero de hace 197 años. Fue impreso en la ciudad de Puebla en 1839 y estaba dedicado al ministro de guerra de la república José María Tornel y Mendívil. En este texto, el obispo exalta las virtudes del nuevo Emperador y lo aconseja a seguir sirviendo a su Patria desde el trono a como lo vino haciendo desde los tiempos de la guerra de Independencia.

Me di a la tarea de transcribir el texto a un formato más legible, modificando algunas palabras que ya no tienen cabida en el Español actual. Como no tenía donde publicarlo pues lo pongo en este blog aunque no sea su propósito.

En fin, aquí tenéis el texto.



Algo triste ver como al final desea prosperidad y bienaventuranza para la familia Imperial y para el pueblo de México... si hubiera sabido lo que pasaría.

El autor incluye algunas notas, que no incluí en el documento por falta de tiempo, pero las pueden consultar en el documento original.

Hasta la próxima.

VIVAT IMPERATOR IN AETERNUM

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